Aquí pueden hacerse un
idea de lo que se ha compartido con las señoras y
señoritas de la costa.
Un Perfume de Marca
(Manola Demartin, 1 de Mayo 2005)
Mucho nos costó hacer
esta primera reunión de mujeres, pero la necesidad
ya se estaba haciendo evidente. Y el Señor, con su
gracia sobre abundante y sorprendente, nos hizo prepararla
justo para el día de mi cumpleaños. La
verdad es que no podía haber “caído” en
mejor fecha. Un regalo compartido es lo mejor que se puede
vivir.
Ayer
(sábado 30 de abril) nos reunimos en casa de Ruth,
( una de las integrantes de nuestro grupo -iglesia- de
Viña del Mar). No estábamos presentes todas
las del grupo, pero otra vez, el Señor con su
gracia sobre abundante nos llenó de sorpresas
maravillosas: vino una chica que jamás yo me
hubiera imaginado que se fuera a liberar para venir, y
vino otra chica, que viajó especialmente desde
Santiago para marcar con su presencia la importancia doble
de este día memorable para todas nosotras. La
comunión fue extraordinaria. Llena de la sencillez
de la amistad en Cristo. La tarta de frambuesas de Magali,
de pastelería fina. Para qué decir los
sandwiches de Javierita y Ruth. Además tuvimos el
privilegio de ver el trabajo sensacional que Ruth hace con
sus manos: unas muñecas estilo “soft” muy
personalizado; preciosas. Evidentemente yo salí con
dos. Y bueno, yo pensaba sentarme a quebrarme la cabeza
hasta lograr hacer un resumen de lo que compartí de
la palabra del Señor con todas ellas, pero Kathy,
mi sobrina adoptiva (justamente aquella chica de la cual
hablaba hace un ratito, que vino de Santiago para estar
conmigo y con nosotras en ese día) bueno, ella me
ganó el quien-vive, y queriendo contarle a una
amiga lo que recibió del mensaje de ayer, sin
querer queriendo, hizo un resumen estupendo, y es ese el
que escribiremos aquí. Que lo disfruten, que lo
mediten, que lo saboreen...Pero como no es más que
un resumen, tendrán que sacar sus biblias y pedirle
al Señor que les comunique personalmente la
fragancia del perfume derramado esa tarde. Y para la
próxima reunión, quien sabe si se
entusiasman y comparten con nosotros otra tarde perfumada
del amor de Dios con ese sabor tan femenino que solo
Él puede comunicar.
Exodo
30:34-38
Cantares 1:3
Proverbios 27:9
Salmos 8:1,2
Efesios 5:2
1 Corintios 5:17-21
2 Corintios 2:14-16a
Marcos 14:3-9
Apocalipsis 5:8
Se
habló del PERFUME. En el antiguo Testamento Dios
mandó a que se le hiciese un perfume para cuando se
le llevara sacrificios al templo. Nadie podía hacer
jamás para sí este perfume y ni siquiera
tomarle el olor... bueno pero tu dirás... si se lo
llevaban como no lo olían". Pues bueno Dios miraba
el corazón del que le llevaba la ofrenda, y no lo
que sus sentidos pudieran percibir.
Dios
preparó el corazón del ser humano para que
apreciara el olor grato,y para que fuera
preparándose a comprender el mejor de los perfumes,
el del sacrificio perfecto de Jesús. Y JESUCRISTO
viene a ser ese olor grato, ese rico perfume, el cual al
morir, derramó su sangre, cuyo perfume subió
a las narices de Dios diciendo “ya se hizo justicia” y
así pudiéramos para siempre, si creemos en
Él, ser un grato olor también nosotros como
embajadores de la reconciliación, Su
reconciliación, y podamos manifestar en todo lugar
el olor de Su conocimiento. Y sin hacer o decir nada, ese
aroma de perdón, justicia y amor va a quedar como
testimonio de Él . De la boca de los hijos de Dios
sale olor de vida para los que en Él creen y olor
de muerte para los que no quieren creer. El llevó
nuestro perfume en la cruz, como lo hizo con el de
María. Perfume de muerte transformado en perfume de
vida. Y puesto que somos su perfume, todo lo nuestro que
queramos hacer, decir, pensar para la gloria de Dios, es
recibido en el trono de Dios. Piensa solamente en ese
perfume que tendrás ocasión de ver subir a
su trono en un día del futuro (quien sabe si tan
lejano), el de nuestras oraciones.
Lo que Tiene Valor
(Manola Demartin, julio 2005)
Hace ya un buen rato que la
información sobre nuestro último curso de
mujeres podía haber sido puesto en este espacio.
Simplemente no me he dado el tiempo para sentarme y
escribir. Qué difícil es dejar todo de
lado y sentarse. Algunas personas, como mi hijo David me
dirían que dejarían todo por sentarse y
escribir...Y pensar que a mí antes tampoco me
costaba. Será como dice Salomón en
Eclesiastés 3:1-8, hay un tiempo para todo: para
reír, para llorar, para sentarse, para pararse,
para callar, para hablar, para que ciertas cosas sean
fáciles, para que esas mismas cosas sean
difíciles...pero El lo hace todo bello en su
preciso momento (Ecl.3:11). Uf, qué alivio,
qué reposo.
Hablando con Kathy el otro
día (esta vez también vino especialmente
desde Santiago para participar en nuestra
reunión, y como ella dice: valía la pena
pegarse el pique), me propuso que en esta página
pusiera la meditación leída al final del
curso, la cual ya ha producido frutos en unos cuantos
corazones. Si, la voy a escribir, pero al final.
Hablamos de ESCUCHAR.
Antes del resumen, un
pequeño comentario, bien personal. Si hay algo
que me fascina en la gente es que me hagan
partícipe de su escucha a las verdades gloriosas
de Dios. Me emociona. Es como si en ese momento yo
tuviera el privilegio de ver al Señor moldear el
corazón de esa persona. ¿Han visto alguna
vez a un alfarero haciendo un jarro con un montón
de arcilla húmeda que gira y gira sobre su torno?
De chiquita me encantaba ir a Pomaire y observar el
trabajo de los alfareros; era como mágico.
Así de “mágico” veo el trabajo del
Señor en un corazón que ESCUCHA, RECONOCE
que ha oído y se DELEITA en lo escuchado y en su
corazón transformado, aunque a veces sea palabra
de quebrantamiento. No pondré nombres, pero
varias mujeres y mujercitas que sé leerán
esta página, son así. Gracias mil por su
corazón dispuesto. Qué lindo. Es
consolador, en medio de este mundo lleno de
rebeldía y propia justicia.
Bueno, escuchar. Primero
vimos cómo el órgano del oído es de
particular y como gracias a lo que entra por esos 2
pequeños orificios va moldeando la persona,
según con qué tipo de corazón sea
filtrada la información. Un niño
pequeño recibe todo lo que entra con un
corazón confiante y sin cuestionarse y por eso
aprende tan rápido. Un niño maltratado
también filtra con su corazón, pero sin
confianza, sino con miedo, entonces todo lo que recibe y
aprende es a ser agresivo, desconfiado, violento o
rebelde pasivo. Se moldea el tono de voz, el idioma, el
vocabulario, el tipo de capacidad para escuchar en el
futuro (solo ciertos sonidos y significados), moldea
nuestros músculos faciales y también los
otros. En fin, escuchar hace parte de nuestra
formación del carácter.
Vimos que ser sordo no es
lo contrario de ser oyente. Eso solo se aplicaría
a lo físico, y no siempre. Sordera implica
silencio, insensibilidad al sonido.
¿Vacío? En el silencio, o ausencia de
ciertos sonidos, o insensibilidad a ciertos sonidos, se
escuchan otros sonidos, o vibraciones. Que lo queramos o
no, estamos hechos para recibir información
permanentemente.
Si nos detenemos solamente
en un pasaje de la Biblia podemos observar algo curioso:
En Apocalipsis 3 nos encotramos 3 veces con esta misma
frase: el que tiene oídos que oiga lo que el
Espíritu dice a la Iglesia. El que tiene
oídos que oiga..... Primero tenemos que RECONOCER
que tenemos oídos, cosa que nos pone frente a
nuestra responsabilidad de oir o no. Escuchar es siempre
un acto voluntario (incluso el niño chico decide.
Un montón de información le está
llegando permanentemente que le indica si puede vivir
relajado y confiante o a la defensiva, y eso predispone
su tipo de escucha). Y como adulto responsable, estoy en
actitud propicia a la audición y tomo mi
responsabilidad de oir ¿o no?
Para ilustrar lo de
“actitud” les pedí a cada una de las presentes de
mostrar con algún gesto lo que para ellas era
oir. Fue lindo: gestos pragmáticos,
tímidos, entregados....pero todos precisos y que
requirieron una cierta CONCENTRACION.
¿Qué es
realmente oir? Solo Él a través de su
palabra nos puede dar su significado:
SHAMA (hebreo) = AKOKUO
(griego).
La biblia es clara. En esas
dos palabras nos encontramos con que la actitud de
escuchar está siempre ligada a la responsabilidad
de actuar según lo oído, a la OBEDIENCIA.
Y ésto, desde su primera mención en
Gen.3:8. La actitud esperada por Dios al decir “escucha”
es la disposición a la obediencia que termina con
el acto de obediencia.
Otra noción
importante encerrada en la palabra “escucha” es el
potencial, la provisión real y concreta para
poder obedecer. La palabra de Dios es siempre creativa.
Entonces el que escucha y
no obedece no lo hace porque no puede hacerlo, puesto
que al escuchar ha recibido la provisión para
actuar, sino porque eligió de no hacerlo. Se
encuentra en desobediencia, en insumisión.
Pero hay cosas que cuesta
tanto obedecer.... me dirán...
¿Queremos
provisión para lo que es más
difícil de obedecer? Empecemos por oir su dulce
voz en esas otras porciones que nos llenan de su vida y
amor , como de los ricos rayos del sol en un día
frío de invierno. Como Is.43:1-7;
Is.40:1;Sal.56:14;Jn.15:9; Ef.1:3, etc, etc, etc.
En Is.55:3a vemos que para
escuchar es necesario venir a Él, o sea
concentrarnos en su dirección. No se puede hacer
veinte mil cosas a la vez y pretender escuchar bien.
¿Por qué el mundo nos empuja al
activismo?, ¿a hacer varias cosas a la vez?
¿A tener la radio o la tele prendida el
día entero? ¿Para que no nos aburramos?
¿Para instruírnos? ¡Para que no lo
escuchemos a Él! Es en la calma y la confianza
(Is.30:15) que podemos oírlo. Pero para eso
necesitamos fe, por chiquita que esta sea. El activismo
nos empuja indudablemente a la superficialidad y a la
incredulidad.( Mt.6:24 // Lc.16:13) o lo escucho y lo
sirvo a Él, o en mi activismo escucho todo el
resto. En la actitud dividida de escuchar varias cosas a
la vez, Dios no es mi todo, y tarde o temprano mi
corazón tendrá que tomar una
decisión .
Marcos 10:38-42
Después de este
análisis pasamos a un pasaje de los Evangelios
muy conocido y popular entre las mujeres. Estuvimos un
buen rato observando a Marta y María, dejando de
lado los estereotipos de estos 2 personajes, y tratando
de escuchar a Jesús.
Jesús viene cansado,
posiblemente triste, en todo caso solo, terriblemente
solo, presionado, odiado, incomprendido. En el aire se
siente la tensión que ya llega a su límite
máximo. Va solo, resuelto a hacer la voluntad de
su Padre. Lo ha escuchado. Va a Jerusalén a ser
crucificado. Por muy Dios que sea, su naturaleza humana
debe haber sido muy probada en ese caminar a su destino.
¿Qué hace donde Marta y María?
¿Los visita por última vez? ¿Busca
un poco de tranquilidad? ¿O simplemente “pasaba
por ahí”?.¿Quiere tener una
conversación “normal”, sin relación de
fuerzas, conversar de lo que tiene valor sin que lo
cuestionen otra vez más? María capta lo
que Jesús quiere. Su propia necesidad es la
necesidad de Él. ¿Cómo lo capta?
Otros pasajes de los evangelios nos lo muestran (ver:
Juan 11 y 12). Ella tiene costumbre de estar en calma,
humilde, escuchando porque sabe que tiene mucho que
aprender de Él, siempre a sus pies.
¿Entonces cómo no va a saber lo que le
pasa a su mejor amigo? Lo conoce. Ella sabe lo que tiene
VALOR, y eso es, su amistad con Él, y todo lo que
eso implica. Ella sabe que Él quiere lo mejor
para ella, siempre Él entrega lo mejor, porque se
entrega. Ese día, un poquito más de
provisión antes de partir a lo suyo, a la cruz,
por ellos. Relación, pura relación.
¿Y Marta? Nuestra
querida amiga, tan criticada pero tan imitada, sobre
todo en nuestros medios cristianos... siempre activa,
ella "sabe", por eso actúa. ¿Para
qué escuchar si ya sabe lo que tiene que hacer?
Ah, ese orgullo tan bien camuflado de un “evangelio
práctico”. No se ha dado cuenta que Él es
una luz a sus pies, para dar el siguiente paso
(Sal.119:105) y no un mapa rutero con el cual se las
puede arreglar sola. No se ha dado cuenta (porque no lo
ha experimentado, que es más hermoso y de valor
sublime estar en relación con Él, que solo
“servirle” en lo que ella cree correcto. No, pero ella
sabe.... Sus valores son ficticios, resultado de su
propia lógica, bien confirmada por su entorno
fariseo. No se daba cuenta que la actividad que lleva Su
unción nunca es importante en sí, lo que
importa son las personas. Sí, Marta actúa
por lógica; María por discernimiento.
Jesús viene con hambre. ¿Pero hambre de
qué? ¿Dónde está la
prioridad? María, a causa de su RELACION tan
íntima con su Amigo y Salvador, sabe que hay un
tiempo para todo, y este es un tiempo para sentarse a
sus pies y escucharlo. Nada, pero nada se puede comparar
al Valor de escucharlo a Él. Valor de vida, valor
de paz valor de justicia, valor de humildad, valor de
perdón, valor de provisión, valor de amor
que nos lleva al reconocimiento , al agradecimiento y la
adoración.
Lo que me llama la
atención en esta reunión, fue cómo
Dios por su Espíritu, a medida que se explicaba
lo que era “escuchar”, fue aumentando la
provisión de escucha y la concentración en
Él. Podía ver mi propia escucha agudizada.
Podía percibir la atención profunda y
apacible, cada vez más apacible de cada mujer
presente. Por eso que al leer la pequeña
oración que encontré en un librito lleno
de tesoros, estábamos ya con una
predisposición de humildad, quebrantamiento,
alegría, plenitud y adoración que solo su
palabra creadora podía sembrar en nuestros
corazones agradecidos.
Querido
Salvador, a los pies del cual estoy
sentada:
Cuando
golpeas a la puerta de mi corazón,
¿qué buscas?
¿qué quieres? ¿Cierto
que es cenar conmigo? ¿Cierto que
vienes en busca de companía ?
Así y todo ¿dónde me
encuentras corrientemente? ¿A tus
pies? No, en la cocina o delante de la tele,
o escuchando los discos que tanto me gustan,
o ... Cuantas veces me dejé distraer
y te dejé ahí ... sentado ...
esperando... ¿esperando?
¿Qué
hay
de tan importante en mi cocina o en la
tele, o en la música, o....para
llevarme tan lejos de tí?
¡Como todas estas cosas me parecen
banales en este momento ... y tan urgentes
cuando me dejo atraer por ellas!
Perdóname por dejarme distraer por
mis programas y de ser tan poco
atraída por tu presencia; de ser
tan aplicada en mis deberes y tan
negligente en la expresión de mi
cariño por tí. De ser tan
rápida en ponerme de pié y
tan lenta para ponerme a tus pies.
Ayúdame
a
comprender que es un momento de intimidad
conmigo lo que buscas y no una cena
complicada, o canciones emocionantes o....
Guarda
mi corazón hoy día frente a
las múltiples distracciones que se
disputan mi atención, y
ayúdame a fijar mis ojos en
tí. No en mi rango en el Reino como
lo hicieron los discípulos; no
sobre los puntos delicados de la
teología, como lo hicieron los
escribas; no sobre los pecados de los
otros, como los fariseos; no sobre el
lugar de culto, como la mujer cerca del
pozo; no sobre el presupuesto, como lo
hizo Judas. Sino sobre tí.
¡Mis ojos en tí!
Atráeme
fuera
de mi cocina, lejos de la tele, de mis
discos... Señor. Empújame a
venir a sentarme a tus pies. Y una vez en
ese lugar, que me alegre de estar
ahí y que simplemente te adore....
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